¿Se perdona o no?
Seguramente esta pregunta ha aparecido en diferentes momentos de nuestra vida, puede que en conversaciones con amigos, o quizás cuando conocemos de alguien que es infiel, sufrió una infidelidad o en una serie que estuviésemos viendo; o hasta nosotros mismos nos hemos cuestionado eso sí nos pasó, nos está pasando o si nos llegara a pasar.
Resulta que esta duda es más normal de lo que uno quisiera admitir, qué es una infidelidad, los tipos de infidelidad y el perdón son cuestiones que veremos a lo largo de este articulo.
Primero debemos definir qué es infidelidad:
Se trata de una ruptura del compromiso o acuerdo de exclusividad que se tiene con la pareja, y esta ruptura puede darse de diferentes formas, todo dependerá de cómo la pareja ha establecido lo que es o no una infidelidad para ellos.
No todas las infidelidades son iguales, por lo cual veamos los tipos de infidelidad que existen:
Sexual: es donde hay un acto sexual y no necesariamente las personas involucradas sienten un apego emocional hacia el otro, el vínculo es primordialmente sexual.
Sentimental/romántica: esta infidelidad no necesariamente incluye el acto sexual, sino el hecho de sentir algo por otra persona aparte de su pareja.
(referencia infidelidad virtual)
Virtual: es una forma de vincularse con otra persona ya sea a nivel sexual o sentimental pero a través del internet y no necesariamente se traslada a algo físico en algún momento.
Directa: existe una intención de engañar a su pareja, es algo consciente y planificado que ocurre a través de ciertos comportamientos y actitudes que pueden llevarlo a ese fin.
Indirecta: no existe una intención inicial de ser infiel, pero los deseos y hasta el acto en sí mismo surgen de forma repentina.
De aprobación: sucede en personas que están en una relación pero no están preparados para terminar definitivamente, por lo cual terminan teniendo un amorío como una forma de compensar como se sienten con su relación y no sentirse solas.
Ya teniendo un poco más claro los tipos de infidelidad, pasemos al tema central: ¿se puede perdonar?
El perdonar una traición implica una serie de consideraciones que se deben tener en cuenta para hacerlo, como lo siguiente:
- Grado de infidelidad: ¿fue algo pasajero o tuvo cierta duración?, ¿Qué probabilidades hay de que vuelva a ocurrir si decides perdonar a tu pareja?
- El tipo de infidelidad: ¿Cómo fue la infidelidad que cometió? ¿Qué tan significativa fue para ti?
- Causas que motivaron la infidelidad: ¿Qué ocurrió para que sucediera esa traición?, ¿es posible arreglar lo que llevó a ese resultado?, ¿lo que generó esa consecuencia es algo que tú puedes contribuir para mejorar o no?, ¿te sientes capaz de poder trabajar en las causas?
- El daño que ha causado: es importante no minimizar lo sucedido, ¿es algo que puedes dejar ir rápida o fácilmente? ¿te causó un gran dolor grande? ¿afecto tu autoestima?
- Tus sentimientos hacia el otro: ¿amas lo suficiente a tu pareja para perdonar y continuar con la relación? ¿Consideras que sus virtudes y lo que han vivido juntos tiene mayor peso que la infidelidad?
- Posibilidad de recuperar la confianza en la pareja: ¿puedes confiar nuevamente en tu pareja?, si cambia el vínculo, ¿te sentirías bien con esa relación?
- Compromiso de ambas partes: al igual que una relación es un compromiso de dos, el superar lo sucedido y continuar la relación también lo es, si alguno no está comprometido o no lo suficiente puede que la reconciliación no suceda.
Tomate un tiempo para hacerte esas preguntas y contestarlas honestamente, solo tú podrás saber la respuesta de las mismas.
Perdonar la infidelidad, no siempre significa quedarse en la relación, a veces es hacerlo y no querer o poder continuar la misma.
Tampoco implica olvidar, no se espera que se borre lo que sucedió, porque entender qué ocurrió para que tuviera esa consecuencia puede ayudarnos a fortalecer y mejorar el vinculo, sea el actual, uno nuevo y/o con nosotros mismos.
El perdón sin olvido es algo factible y necesario para aprender y construir desde ese punto, pero hay que tener cuidado.
Recordar no significa atacar a tu pareja o para que tu desconfianza aumente o tu autoestima se vea afligida, sino para aceptar qué sucedió y qué se decidió tomar como un obstáculo para mejorar.
Por último y quizás la reflexión más significativa: el perdón tiene que ver con poder aceptar y dejar ir lo ocurrido para que eso no influya en la confianza y autoestima nuestra.
Puesto que si no perdonamos este evento, esa inseguridad podrá seguir con nosotros e influir en siguientes relaciones, cargando con algo que no tiene que ver con el presente pero si lo puede afectar.
Así que, el perdón no necesariamente es para el otro, es para uno mismo; por eso hay que preguntarse: Infidelidad, ¿Te perdono o no te perdono?.